Esta alfombra nace de la observación del traje tradicional de los cantadores de cante alentejano.
Talha no replica, interpreta: evoca cómo los largos abrigos de lana superpuestos marcan el cuerpo y el movimiento colectivo del coro. Su composición remite a la verticalidad, la simetría y el ritmo, como una voz grave que resuena en unísono con el paisaje.