Este diseño evoca el momento anterior al despertar del día, cuando la luz aún duda y todo parece suspendido.
Vista desde arriba, la llanura alentejana se convierte en un mapa sensible de campos abiertos, divisiones naturales, caminos y zonas de barbecho. Alvorada capta ese instante, no literal sino emocional, en el que la tierra respira antes de la acción, en un silencio lleno de promesas.